jueves, 2 de mayo de 2013

Cada minuto se hace mas lento el despertar de mi ser, de mi alma. Las dudas de la eternidad, de lo decisivo. Cambiar la forma de mirar, de oler, cambiar nuestra naturaleza egoísta, aprender a ser natural y olvidarnos de la eternidad para empezar a vivir. Cuando un suspiro de lucha corre por tus venas junto a miles de personas que suspiran al unísono tu mismo deseo, lo inerte comienza a fluir y por lo tanto lo que fue muerte se convierte en vida. El problema es cuando el suspiro es eco, soledad y dejadez, es entonces cuando la vida deriva en muerte.

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